El dulce sándalo de toda tu duda,
por todo el mundo dibujando mil claveles.
Con la sonrisa de un buda,
hilvanando el ramaje de tus ojos como mieles.
El humo reverbera como un canto,
almíbar tus palabras luminosas.
Místico susurro tus misterios,
madre selva de naturalezas.
Inexplica y maravilla cada luna de tu vida,
y la lluvia orbitándote los días.
Te veo y te conviertes constelada,
te pienso y te vuelves melodías.
Fzio