30/8/11

La chica triste




Miles de abrazos con dedicatoria,
formando constelaciones de barcos de papel a la deriva de tu almohada,
una lágrima extraña que se asoma tímidamente por entre mis versos acartonados.

un susurro,

tu nombre haciendo eco en mí.

Y es que quisiera detener las lúgubres aguas que desembocan en la mar de tu tristeza,
detenerme en cada poro minúsculo.

hacerte olvidar ese tétrico otoño,
y regalarte una ventana adornada de primaveras de juventud.

Quizá haya pasado el tiempo y no estemos intactos,
quizá hoy seamos más viejos y mas cautos,
y mi reflejo ya no se refleje en el tuyo,
y tus caricias ya no me florezcan por las noches,

Pero aún atesoro tu sonrisa perpetua,
tu olor a melocotones un Domingo madrugada,
el perderme en tu firmamento a escondidas,
y beberte gota a gota,
hasta perderme en tus aguas.

Sonríe chica triste,
esperanza siempre estará a tu lado,

sonríe pecosa humanidad,
que desde la lejanía de mi satélite,
siempre prenderé una vela,
le dedicaré flores a tu sonrisa,
y barquitos de versos en alta mar.

Fabrizio









22/8/11

mariposas estrelladas




Y es cierto,
dejabas a todo tu paso pétalos de estrellas,
reminiscencias de sueños de infancia,
y unicornios a un lado de tu almohada.

Éramos tan infantes en ocasiones prolongadas,
llevábamos el instinto anclado a una nube,
y el pensamiento a miles de kilómetros de distancia.

Y te me apareces de repente tras la penumbra de la plácida noche,
te he dedicado cada gesto,
en categorizada prosa consumada,

te he dedicado un par de versos,
que combinan perfectamente con cada super nova de tu abdomen,
me he perdido, me he perdido,
en cada constelación de tu espalda estrellada.

No pierdas esa sonrisa de inocencia fantástica,
ni la manera sexy de verme de reojo,
ni esa imaginativa manera de caminar,
esa ilógica,
ese mundo de color.

Fzio











16/8/11

versos curativos




Cierra tus ojos y no digas nada,
déjate llevar por esta sonrisa cotidiana.

Que miles de cascadas primaverales serán tu apoyo,
que nada es necesario realmente.

Que aunque las dificultades de lo cotidiano te hagan tropezar,
todo luce mejor bajo una Luna llena de mística y neblinosa noche.

Cierra tus ojos y no digas nada,
que no son necesarias las explicaciones.

Que tu sonrisa es lo único que quiero ver por siempre,
y agotar hasta la última gota de tristeza de tu vientre.

Versos curativos que todo lo pueden,
palabras desmaterializándose al viento hasta posarse en tus dudas,
y destruirlas por completo.
muchos buenos deseos,
pétalos de flores,

y aun amuleto de estrellas...


Fabrizio




Intacta




Imagínate un beso inconcluso,
de esos que calan fuerte,
de esos absurdos,
de esos que sueltan polen y pétalos al horizonte.

Imagina un deseo entre nubes,
un abrazo ensordecedor,
nada se escucha allá afuera,
solamente tu respiración.

Imagina que ya nada existe,
que todo es nada más que versos,
imagínate desnuda sobre blanco papel.

He de escribirte intacta, llena de versos cada curva de tu espalda,
redibujar cada seno y tímido pezón con alegrías pintadas de rojo,
parafrasear tu pubis entre hojarasca de madre selva,
y dedicarte mil flores hasta perder la razón.


imagina...





Musa sonriente




Sabes,
todo sucedió de mil maneras distintas,
la fugaz sensación de sentirte me abordó de nuevo,
no puedo culpar a este niño soñador y sonriente,
que te dedica flores con el pensamiento.

Sabes,
sentirte feliz y plena me reverdece completo,
imaginar tu sonrisa dibujada entre crisantemos,
y esos ojitos como dos luceros titilando.

Tus manos frías y húmedas como cascadas,
y cada rizo empapándose de arcoiris en aguaceros de tus cabellos.

No me sientas lejano y distante musa de Luna llena,
el poeta va y llega a tí con la marea menguante,
el poeta nace y muere de nuevo con cada suspiro e ilusión de primavera.

He luchado interminables batallas contra la fría y dura distancia,
pero cercena,
pero aún duele.
pero me corta tendones y venas.

Pero aún así he vencido todo eso,
aún así tengo algo que nadie más tiene,
aún guardo tu primera caricia,
tres caracolas,
y un beso tuyo bajo la almohada de mi estrellado firmamento.


Fabrizio


10/8/11

Musa de rojo




Entre tú y el color rojo surgió una discusión un día,
el rojo se negaba a dejar de tocar tu piel, pues sabía que aderezaba toda tu naturaleza (que era una hermosura por cierto), y sentía celos del labial que plácidamente yacía sobre tu boca, bebiendo de ese manantial de sonrisas que le prodigabas día con día.

Yo solo estaba expectante, taciturno, con aquellas ganas terribles de materializar pensamientos nocturnos, celoso del rojo ( y del labial que orgulloso y enamorado brillaba de par en par por toda la geografía de cada pliegue de tu boca).

Y ni digamos de los mil y un sentimientos que al viento mecen hebra por hebra cada uno de tus cabellos, cada uno, convirtiéndose, transformándose bajo la lluvia en pequeños rizos castaños frente a mis ojos, como si de marinas algas se tratara.

ó de tus manos hechiceras, portadoras de eclipses de plata,
ni de las mil caracolas de mar que también te extrañan de sobremanera.

parece que el único ganador aquí es el labial carmín rojizo que celoso guarda tu mayor secreto, la mejor de tus mieles:

tus besos.


Fabrizio

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