Nocturno (Universo I)

Ese inexplicable misterio,

del porqué de tus aguas mediterráneas.

con tus ojos como filosofía,

viendo fijamente mi eterno momento.

La luna se mece con singular encanto,

por todo tu cuerpo, con todo el tacto.

Quién fuera luna

Y navegarte el cabello en cada ocaso.

Y es que te veo rodeada de púrpura cosmos,

con esa sonrisa eclipsada y felina,

un cálido abrazo orbitando tus días,

y una constelación que duerme en tus brazos.

No he de mentir,

te siento como verde bosque conífero.

No lo puedo evitar,

te recorro felizmente en cada paso.

Paralelas dimensiones tus momentos,

cada vez que me sonríes.

congelas todo el tiempo tras tus brazos,

detienes con sigilo mis latidos.

Fabrizio Aragón

SuperNova

el enervante influjo,

de éste espíritu diáfano.

expectante y constelado,

orbitando en tu destino.

de súbito ascenso,

agarrada fuértemente a una estrella,

te ví así derepente,

robándote mi vida.

Fabrizio Aragón

Estrella de neutrones

estos son los días,

los más extraños de todos.

ésta mi cordura,

y la sombra del cadáver a su paso.

la música inspira y evoca,

y el mundo ya no es preocupación.

te recuerdo siempre intacta,

reflejándome en tus ojos.

IndustrialZen

Musgoso sentir

Hoy te recuerdo, 

mi primavera.

con gozo antaño,

con alegría.

Estás tan lejos,

aún te siento.

mi gozo antaño,

de otra vida.

IndustrialZen

Boreal

Frío,

tan lejos de todo.

sin verso intacto,

ni tu mirada.

lágrima detenida en el tiempo,

ocaso de una historia a la deriva.

IndustrialZen

Mística

Tus insectos merodeando mi alegría,

felina intacta, mi rebeldía.

savia verde sobre tus senos,

mística y magia, mi letanía.

hoy tu misterio fue revelado,

hoy tu ternura, mi epifanía.

IndustrialZen

Aquella pequeña muerte

aquel beso duró muy poco,

iba ese día perturbado y nublado.

vagué errante por ciudades.

henchido llovía, melancolías.

Y fuí tormenta,

hasta herejía.

sigiloso empezaba el sueño, ya no dolía.

y con pasión te fuí besando, 

fría amada mía.

Nunca más sola

si tan sólo desaparecieras,

y no existieras derepente.

si tan sólo ese momento,

ese suspiro.

no me hubieran sido tan sinceros,

y te has marchado.

quizás muy lejos.

y sobrevivo aquí, millones de kilómetros lejana,

recordando el día en que todo se fué.

yo y la niñez que me rodea.

IndustrialZen

La Muerte

besos tus suspiros,

y el pensamiento que atraviesa un cráneo.

desgastadas calles citadinas,

plagadas de insectos y melancolía.

no distingo tu paso con sigilo,

ni el primer beso que mendigas.

devoro todo, no dejo nada.

hoy ha muerto nuevamente un ser humano.

hoy me besas nuevamente, humanidad viviente.

IndustrialZen

Estelar

Entiendo el ramaje primordial,

que la noche besa tus sentidos.

Entiendo saberte y no entenderte,

Y no tenerte aquí, y no besarte. 

Pero sigues aquí presente, 

como tibia caricia inconclusa.

como mi eterna luna.

IndustrialZen

El embrujo

Tus trémulas piernas en vaivenes existenciales,

y todo tu aroma inundándome las ropas,

lujuria mezclada en aguaceros torrenciales,

el sándalo negro ahogándose en mi boca.

No conocía el embrujo de tus pasos,

ni letanía proveniente del deseo,

una vez caigo  presa de tus besos,

como ardientes velas me ilumino si te veo.

Tú me arrancbaas la piel con tus suspiros,

y yo jadeante exploraba tus misterios,

Sensual Luna derramándome sus mieles,

caí presa del oscuro vicio de tus ojos...

Fabrizio Aragón

sin nombre

El dulce sándalo de toda tu duda,
por todo el mundo dibujando mil claveles.
Con la sonrisa de un  buda,
hilvanando el ramaje de tus ojos como mieles.

El humo reverbera como un canto,
almíbar tus palabras luminosas.
Místico susurro tus misterios,
madre selva de naturalezas.

Inexplica y maravilla cada luna de tu vida,
y la lluvia orbitándote los días.
Te veo y te conviertes constelada,
te pienso y te vuelves melodías.

Fzio

Eterno (starbirth)

Congelo ese instante eterno,
en donde tus besos me arrancaban los suspiros.
Dedico un verso al olvido,
y al aroma de tu piel entre mis manos.


En la lejanía de lo incierto,
tan solo tus ojos posaron mi neblina.
Vorágines de incierto y dulce tormento,
sobre el sinsabor de mi horizonte.

Aquí sentado el mundo no parece tan roído,
ni el óxido ha invocado calaveras.
recuerdo tus secretos deleitándome al oído,
recuerdo tus caderas dos vertientes primaveras.

Que hojarasca inherte del recuerdo nos empape.
que todo sentimiento no engañe,
al mohoso vaho de cordura que nos queda
y al cadáver de tus manos que no empañe,

Diviso el final del hélido desierto,
dejemos que todo esto envejezca,

que el marchito paso del tiempo haya muerto.
y trepidante remembranza acaezca,
 
Duerme intacta cual fantasma en la vereda.

dama oscura de embrujante flora y fauna,
tuyo mi jardín y mi inocencia primogenia,
míos los suspiros de tu  alma pura y aúrea.

Fabrizio Aragón

Ni siquiera la luz escapa

Pretender escapar muy alto,
del macabro titilar de tus ojos,
Del macabro hedor que despide tu tacto,
de todo eso que cercena mis sueños.

Que la vida no se me acabe tal cual,
que una ráfaga de conciencia me arrebate,
Que me lleve lejos de todo mal,
y el incienso se congele en ese instante.

Divisar el cielo constelado yo quiero,
sin pena alguna ni suspiro.
Morir melancólico prefiero,
a un atardecer cerca de este frío.

Llévame lejos de este embrujo calcinante,
guaréceme en el misterio de tus aguas.
Como mil letanías de sortilegio alucinante,
vagar por oscuros Universos sin alas.


Fabrizio Aragón

Esto encontré (la medianoche )

Es entonces que capturo,
el intrincado tejido del ramaje primordial.
De que la vida sólo te sonríe una vez cada segundo,
Que se escapa con poética irracional,
Con atardeceres de un azul profundo.

Que horripilantes olas no me aguarden,
Y profanen mi existencia desgastada.
Que en mi noche más oscura ardan,
estrellas con eternidad constelada.

Con mística agua clara ,
tu misterio ha fecundado mi conciencia.
Del no saber que me depara,
y saborear de esta terrena  existencia.

Y del gran letargo tú me salvas,
con tus brazos expectantes  me seduces.
Embriagado del embrujo de tus aguas,
conífero y boscoso por todo el vientre de tus mares.

Fabrizio Aragón