Sabes,
hoy me dí a la tarea de recordarte,
y celebrarte intensamente como vida en pleno vuelo.
Hoy que no me reflejan tus ojos, sé.
hoy que te abrazo con incienso, sé.
hoy que sólo quedan tus cabellos iluminando mis versos, sé.
Pero tú sigues ahora otro sendero,
y tus ojos brillan nuevamente cual lucero,
Ahora te amanece la sonrisa en las montañas.
Ahora yo lo sé.
El invierno se niega a irse sin tus manos,
como gota congelada ahí se queda,
La canción suena repetidamente,
Y tu recuerdo me saluda nuevamente.
Fabrizio Aragón