Al alba,
En la lejanía del firmamento te diviso danzante,
de ámbar ternura, de fuego que baila.
De nómadas visiones tus manos me prodigan conjuros,
con total embrujo me sumerjo en tu almíbar.
Y las travesías bajo la Luna dejaron de serlo,
y los ríos como espejismos me recordaron tus labios.
Y todo ésto dejo de ser,
Ahora tus manos me muestran senderos.
Al alba,
intento seguir tu rastro de estrellas,
de polen, de sándalo y almizcle.
Me pierdo,
inundado totalmente en tu danza ritual.
Fabrizio Aragón