Tus manos y el eclipse (a M.H.)
El porqué de tus misterios,
el de la savia que recorre tus latidos,
En la espera de tus ojos rodeados de bosque,
El porqué de tus lunas y tus noches.
Y te vi las manos llenas de susurros,
de secretos como bichitos rodeándote la espalda,
Pude verme reflejado en el estanque de tus sueños,
de mil colores como luna llena.
Pensarte como anhelantes estrellas que trazan sincronías,
Como arcanos designios de mil fogatas entre bosques,
Como suspiros mezclados con conífera neblina,
Mil cigarras que te arruyen y te lleven en la lejanía.
Esa alegría que te inunda todo el pecho,
y rebosa como primavera en mil inviernos.
El saberte sonriente con tus ojitos bien intactos,
Y tus manos como inciensos en mis tardes más bohemias.
Vive constelada en cada ocaso,
y sonríele a la vida que danzando te saluda,
Siempre duerme bajo un manto estrellado,
Y dedícale mil versos, como náufragos al mundo.
Fabrizio Aragón