21/5/15

Ni siquiera la luz escapa

Pretender escapar muy alto,
del macabro titilar de tus ojos,
Del macabro hedor que despide tu tacto,
de todo eso que cercena mis sueños.

Que la vida no se me acabe tal cual,
que una ráfaga de conciencia me arrebate,
Que me lleve lejos de todo mal,
y el incienso se congele en ese instante.

Divisar el cielo constelado yo quiero,
sin pena alguna ni suspiro.
Morir melancólico prefiero,
a un atardecer cerca de este frío.

Llévame lejos de este embrujo calcinante,
guaréceme en el misterio de tus aguas.
Como mil letanías de sortilegio alucinante,
vagar por oscuros Universos sin alas.


Fabrizio Aragón





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