Desencadeno texturas en mi mente,
una a una voy tejiéndolas con esperanza absoluta,
de generar un atardecer entre tus brazos.
La densa neblina me arropa del frío que hace allá afuera,
todo toma un bello color ámbar de tibia margarita silvestre.
quizá tú y yo estamos destinados a danzar macabramente por el oxidado tiempo,
quizá.
Tomando tu mano te recorro libremente, mientras intento desabrocharte esa sonrisa de tibio sol en ocaso.
Vén te sonrío fugazmente al oído,
que quiero sentirte latiendo junto a mi pecho.
En este rincón mío y tuyo te espero sentado,
todo toma un sentido mucho más tenue y entrecortado.
Le enciendo una vela al olvido,
y me interno entre el placer de tus abrazos.
c-4
No hay comentarios:
Publicar un comentario