La shamánica fémina rasta

por sobre el ensombrecido follaje de mis momentos más oscuros,
apareciste de manera citadina y en penumbra,
en total colisión con mi geografía escarpada.

impactámos,
colapsamos.

tu reverdeciente naturalidad embrujó mis cavernosas cuestiones existenciales,
y el blanco lienzo que es tu piel,
fué testiga del arte que mis dedos le prodigaban.

y te dibujé por el cuerpo mas de mil historias inconclusas,
navegamos,
y derrotamos destinos, de aquellos que sofocan y mueren en ocaso.

tu inocencia y la mía sobreviviendo al invernal frío de la realidad,
y yo entre tus brazos negándo el amanecer...


fzio