30/8/11

La chica triste




Miles de abrazos con dedicatoria,
formando constelaciones de barcos de papel a la deriva de tu almohada,
una lágrima extraña que se asoma tímidamente por entre mis versos acartonados.

un susurro,

tu nombre haciendo eco en mí.

Y es que quisiera detener las lúgubres aguas que desembocan en la mar de tu tristeza,
detenerme en cada poro minúsculo.

hacerte olvidar ese tétrico otoño,
y regalarte una ventana adornada de primaveras de juventud.

Quizá haya pasado el tiempo y no estemos intactos,
quizá hoy seamos más viejos y mas cautos,
y mi reflejo ya no se refleje en el tuyo,
y tus caricias ya no me florezcan por las noches,

Pero aún atesoro tu sonrisa perpetua,
tu olor a melocotones un Domingo madrugada,
el perderme en tu firmamento a escondidas,
y beberte gota a gota,
hasta perderme en tus aguas.

Sonríe chica triste,
esperanza siempre estará a tu lado,

sonríe pecosa humanidad,
que desde la lejanía de mi satélite,
siempre prenderé una vela,
le dedicaré flores a tu sonrisa,
y barquitos de versos en alta mar.

Fabrizio









1 comentario:

Jauckor! dijo...

Encontré mucho de Sabines aquí.
Considero no hace falta ser rebuscado para definir el pensar.
Buenas vibras.

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