22/8/11

mariposas estrelladas




Y es cierto,
dejabas a todo tu paso pétalos de estrellas,
reminiscencias de sueños de infancia,
y unicornios a un lado de tu almohada.

Éramos tan infantes en ocasiones prolongadas,
llevábamos el instinto anclado a una nube,
y el pensamiento a miles de kilómetros de distancia.

Y te me apareces de repente tras la penumbra de la plácida noche,
te he dedicado cada gesto,
en categorizada prosa consumada,

te he dedicado un par de versos,
que combinan perfectamente con cada super nova de tu abdomen,
me he perdido, me he perdido,
en cada constelación de tu espalda estrellada.

No pierdas esa sonrisa de inocencia fantástica,
ni la manera sexy de verme de reojo,
ni esa imaginativa manera de caminar,
esa ilógica,
ese mundo de color.

Fzio











1 comentario:

Pablo Hernández M. dijo...

uno quisiera capturar que los momentos eternos nunca pasaran

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