15/5/12

Hechicera de amaneceres ))O((



A una mujer que entre sus manos atrapó  a la duda dormitante de hélidos pasadizos,
a su sonrisa rebelde que retando al mundo pendía de un hilo,
a sus insinuantes y titilantes amaneceres de seductoras miradas consteladas,
aquella que con contoneo felino me embrujó con gran sigilo.

Ya no soy un habitante más de esos áridos parajes,
ni siquiera un intruso de armadura oxidada,
soy tan solo el peregrino de tus besos y celajes,
y de los caprichos de tu mente oscura y olvidada.

Porque aún te rondan las sombras de mil batallas perdidas,
y tus lágrimas me saben a continente deshabitado,
por toda la savia vegetal que has dejado a la deriva,
y al rastro de miel é insectos que me muestran tu espacio inexplorado.

Solo tus frías manos se mecían como lunas menguantes por sobre toda mi faz podrida,
tan solo tus embrujos perennes,
y tu constante pecho desnudo sobre la hiriente hojarasca roída.

Recibí entonces ese tétrico abrazo,
y supe,
enredado entre cabellos,
que tu pagana revelación me poseería hasta en el más oscuro ocaso.

El daño ya estába hecho,
podía sentir desintegrarme en miles de luciérnagas con rumbo al viento,
el ruido no cesaba,
tan solo el bosque contenía el sortilegio a todas mis plegarias.

Deambulante se encontraba tu desnudez plácida entre la descascarada verticalidad boscosa,
yo te besaba el cuepo completo,
jadeante.

Y me perdí para siempre,
entre la negrura de tus labios hechiceros y la espesura de tu bosque inmaterial.


Fabrizio Aragón












2 comentarios:

Unknown dijo...

Perfecto, muy bueno.

María Riveiro dijo...

Muy bien escrito. Lo imaginé todo.
saludos.
Riveigar

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