7/5/12

Tus manos como cardos secos hirientes



Y se me asoman derepente tus mordibles labios,
como inflorescencias destinadas a pertenecer al viento.

Como caricias proveyentes de antiguos designios de perfumados lotos.
en tus manos el porqué de mis saberes,
y ciertamente intacta,
por sobre todos mis absurdos inciertos atarceredes.

Y te me vienes como impacto sobre la mente,
como un tren de coníferas y nubosas revelaciones,
como ciertas flores que aparecen derepente,
y desaparecen así,
con la más temible e inesperada víspera del invierno latente.

Ven que necesito respirarte por completo,
saboreárte la piel con savia y saliva entremezclada,
y tu cuerpo desnudo yaciente,
por los fríos aposentos de mis manos y mis secretos.

Mientras tanto las metáforas silentes caían una a una por sobre tu piel desnuda de caricias sinceras,
y tú me regalabas suspiros y sentimientos de esporádicas dedicatorias menguantes.

Estos son versos que te susurro lentamente,
esta es pasión pura versificada y digitada,
como alfileres acariciando tu  piel hirviente y latente,
llegando profundo,
hasta la espesura de tu selva virgen y desolada.

Fabrizio Aragón
c-4




1 comentario:

Unknown dijo...

Me he quedado con la boca abierta, eres todo un poeta, encerio que me a gustado mucho. Bravo

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