El encuentro
Yo estuve ahí,
tus manos se entrelazaron,
enredaderas por todo aquello que había olvidado.
y entonces nos sorprendió un amanecer anaranjado.
Y fue real,
no fue necesario entrecruzar palabras singulares,
tan solo el cálido abrazo de tus ojos me lo confirmaron,
todo fué fugaz en nuestro encuentro,
de dos inciertos, dos totales.
voy a dedicarte mil botellas en el mar,
con poemillas etéreos, mil sonetos.
Como esos de antaño,
romances y sanar.
voy a sonrojarme en tu mirada,
y no hacer nada, quedarme idiota,
y congelar ese momento,
en el que sé que ya sabes...
no fue necesario explicar nada,
fue pensarte y navegarte.
fue leerte entre el misterio,
de tus formas y susurros.
fué el conífero encuentro,
y tus labios.
Mil galaxias y plegarias,
Tú misterio,
yo expectante.
Fabrizio Aragón
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