Me siento al borde de esta silla vacía,
con la inconformidad que me prodiga un sistema roído y decadente,
con la esperanza aún viva,
con mil versos desmargaritándose al viento.
Quiero saltar al vacío de la incertidumbre certera,
donde nada esté elaborado,
donde todo amanezca de manera perfecta,
Quiero sentir que me alumbra de nuevo por la mañana lo incierto,
y destruir por completo la enajenante rutina,
desempolvar este par de alas enmohecidas de tanta farsa ajena,
y recorrer cada esquina en el planeta de mis sueños.
Pues de vencido no tengo ni un suspiro,
ni de derrota tengo las alas rotas.
Pues le sonrío a cada minúscula prueba de vida,
y a la sutil certeza de encontrarte recorriendo el jardín de mis miradas...
Fabrizio Aragón
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