
Es bien sabido por todas las constelaciones,
que tu lado oscuro seduce cada poro minúsculo en mi piel,
que tu noche erosionada me enamora sin limitaciones,
y el olor de tu saliva me resulta un recuerdo fiel.
alzo mi mano e intento alcanzarte,
Luna pecosa de blanco sentimiento consumado,
veo fijamente a los ojos del recuerdo,
y reconstruyo paso a paso el primer momento de besarte.
Escribí muchas historias sobre tu espalda,
cada una de ellas con un final fugaz y estrellado,
recorrí tus esquinas inconclusas lado a lado,
Elegante Luna de sensual sonrisa congelada.
Aún sigo descifrando el porqué de mi locura,
intento prodigarle alas a estos versos,
es posible no haya hechizo a esta cura,
ni tampoco amuletos para evitar sucumbir ante tus besos...
Fabrizio
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