Alzó sus brazos en señal de tregua,
dispuesta a partir de de esa su estancia tenebrosa,
tímidamente, deambulaba una fría gota de agua,
por toda su espina dorsal sigilosa,
Era la duda,
la negación total de su todo,
su otoñal sonrisa inocente apagada,
y el creer que ya todo estaba perdido.
Bajo sus alas de negro encaje, Svetlhana retó al destino,
su pecho agitado y encabritado vomitaba miedo concentrado,
se deshizo de la última hojarasca que enredaba su cabello color vino,
y sonriente salto al vacío con la euforia de un ícaro alado.
No temas al oscuro pasado que ametralla y golpea,
siempre existe un futuro incierto por ser conquistado,
aunque por hoy tus alas tímidamente se hayan descascarado,
agárrate fuerte sin soltarte de una estrella,
y salta de nuevo.
Fzio
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